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También hubo tiempo para acercarnos a La Buca dei diavoli,
nuestra pizzería favorita.y para pasar el día antes
por el Bologna MotorShow, una feria con cabida para todo lo relacionado
con el mundo del automóvil (clásicos, competición,
revistas de motor, espectáculos de motor, simuladores,
prototipos de nuevos vehículos...).
Allí participamos en algunos simuladores, como
el de la foto, un simulador de Ferrari en el stand de la revista
Quattroruote, donde nos llevamos el mejor tiempo, así
que salimos de allí con algunos regalos imprevistos, como
un casco, que por cierto un día tengo que sortear o hacer
algo con él.
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Antes de ir a la gala en el centro de convenciones de Ferrari,
teníamos invitación para asistir al Museo Ferrari
de Maranello, que se encuentra justo al lado (aunque todo Maranello
parece un museo, porque te puedes encontrar tres Ferraris aparcados
a la entrada del bar).
Os pongo más abajo alguna de las joyitas que había
expuestas (porque las van cambiando).
Debajo de estas líneas el edificio del centro de convenciones.
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