Primera victoria con mi kart el día del estreno :-)
¡Oro!

03/04/2011: Mi primera carrera con mi propio kart. Nos habíamos preparado mucho y todo salió bien. Califiqué primero con mucha holgura y en carrera al hacer la salida lanzada me despegué de los otros pilotos. Me fuí hacia adelante con un ritmo rápido y apurando en cada curva pese a llevarles ventaja. Hice una gran carrera y finalicé primero a gran distancia del resto.

Final felíz para una carrera que estuvimos a punto de no correr. El día antes se estropeó el motor. Estaban sueltos los cuatro tornillos que sujetan la culata, así como el carburador. El motor subió por encima de 20000 vueltas en vez de las 14500 a las que debe funcionar como máximo. Yo creí que el Alfano se había estropeado, pero estaba midiendo bien.

El motor había sido revisado y ajustado hacía un par de semanas y había estado funcionando como un reloj. La conclusión de nuestro mecánico Alemany, así como la de Luis Yunta es que nos habían saboteado el motor porque era imposible que todos los tornillos se aflojasen el mismo día simultáneamente.

Nos pegaron la bronca por haber dejado el kart solo a las horas de comer, así que aprendimos una nueva lección: El kart nunca se puede quedar solo, siempre guardado o vigilado.

Primeros y descalificados :-(

29/05/2011: Lo hicimos bien y ganamos, pero en la verificación nos descalificaron por una arandela al final del tubo de escape.

Hay que asumir las propias culpas y aprender que si estás en los puestos de adelante debes estar seguro de cada pieza de tu kart. No sirve de excusa que el kart sea de 2ª mano y nos lo vendieran así. Todo el mundo debe ir con todo en órden y por eso cambiamos el tubo de escape completo.

Las cosas claras: si la pieza está mal, está mal y punto.

Tras cambiarlo por el nuevo resulta que encima mejoramos un segundo por vuelta. Aunque no hubiera sido por la arandela debíamos haberlo cambiado antes para mejorar la salida de humos. Pero bueno, todo pasa y de las malas experiencias también se aprende.

Mi mecánico, Alemany salió en mi defensa y dijo que él había revisado personalmente el motor aunque no se le había ocurrido revisar el tubo de escape, pero que mis padres no tenían conocimientos para modificarlo. Me felicitó igualmente por la carrera y me dió dos besos cuando más falta me hacía. Gracias Alema.

Esta ha sido mi única descalificación hasta ahora y pretendo que sea la única en mi carrera.

Por lo demás un día para olvidar.